Español: CULTIVANDO LA GRATITUD HACIA DIOS

Hoy es el segundo día del último mes de 2024. ¿Estamos todos de acuerdo en que este año ha pasado volando en lo que parece un abrir y cerrar de ojos? Tómese un momento para reflexionar: ¿dónde estaba usted y qué estaba haciendo cuando dimos la bienvenida al nuevo año? Muchos de nosotros entramos en 2024 con grandes planes y grandes esperanzas, sólo para que los giros inesperados de la vida alteraran nuestro rumbo. Sin embargo, incluso durante los contratiempos y los desvíos, cada momento ha tenido su propósito. En el umbral de un nuevo capítulo, aceptemos las lecciones, el crecimiento y la gracia que nos han formado a lo largo del camino.

No importa cómo termine tu año, hay una cosa que todos podemos hacer: estar agradecidos. Agradecidos a Dios por el regalo de otro año, por las lecciones aprendidas y por la oportunidad de ver el cierre de un capítulo y el amanecer de uno nuevo.

Hoy quiero que nos centremos en una sola palabra: gratitud. Merriam-Webster la define como "el estado de estar agradecido." Consideremos por un momento esta palabra: un estado. No se trata de un sentimiento momentáneo ni de algo que practicamos una vez al año, como en Acción de Gracias. La gratitud sincera es una actitud constante y continua de agradecimiento que nos sigue a todas partes, cada hora, cada minuto y cada segundo.

Entonces, ¿cómo podemos cultivar una actitud constante de gratitud hacia Dios mientras reflexionamos sobre el año pasado? A continuación, se describen algunas prácticas clave:

1.     Recuerda Su Fidelidad en las Pruebas

Reflexiona sobre las tormentas que has atravesado y las situaciones que creías que te iban a vencer. Cada una de ellas es un recordatorio de la gracia sustentadora de Dios y de su capacidad para llevarte incluso en los momentos más oscuros.

2.     Reconocer las batallas invisibles

Considere las luchas secretas que sólo Dios conoce. Ya sea que se trate de temor, duda o desafíos personales, Su presencia en esos momentos ocultos demuestra Su íntimo cuidado por cada detalle de tu vida.

3.     Celebrar el crecimiento a través de los retos

Las pruebas no son sólo obstáculos; son oportunidades para crecer. Da gracias a Dios por la fortaleza, la sabiduría y la resistencia que has adquirido a lo largo del camino.

4.     Enfócate en Su Provisión y Protección

Desde las necesidades diarias hasta las bendiciones inesperadas, la provisión de Dios es constante. Dedica tiempo a reconocer cómo Él ha satisfecho tus necesidades y te ha protegido a lo largo del año.

Reflexionando regularmente sobre estas verdades, podemos cultivar un corazón agradecido, confiando en que la gracia de Dios seguirá sosteniéndonos en las estaciones venideras.

La gratitud nos llama a reconocer no sólo las victorias, sino también la fortaleza, el crecimiento y la sabiduría que nos aportan las luchas de la vida. Cambia nuestra atención de lo que nos falta a lo que hemos ganado, incluso en los momentos más difíciles. Comprometámonos a vivir en este estado de gratitud, agradeciendo continuamente a Dios su fidelidad inquebrantable, incluso en los lugares ocultos y silenciosos donde nos sostiene su gracia.